En el marco de la solemnidad de la anunciación del ángel Gabriel a la santísima virgen María y la encarnación del hijo de Dios, recordamos que en el año 1893 como un regalo de Dios para la iglesia universal, nace la congregación de religiosas franciscanas de María Inmaculada. Su fundadora la Beata Madre Caridad Brader Zahner en virtud a su deseo profundo de cumplir fielmente la voluntad del mismo Dios, se aventura en la experiencia misionera más humilde y arriesgada para nuestra América Latina en su tiempo...
Como resultado de su fidelidad y obediencia, su pequeña
comunidad fue aumentando en el número de sus miembros, así como aumentaron
también las solicitudes de su presencia evangelizadora en distintos espacios
socio culturales, motivo por el cual a partir del 25 de marzo de 1964 esta
familia religiosa vio la necesidad de dividirse en provincias ubicadas
geográficamente a lo largo y ancho del mundo. Hoy damos gracias a Dios por
nuestros primeros 50 años como PROVINCIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS y nos
unimos fraternalmente como familia Santa Inés para elevar al todo poderoso
nuestra más sentida acción de gracias por cada uno de sus miembros viudos y
difuntos, encomendados al corazón de Jesús la gracia de la fidelidad perpetua
para cada una de las hermanas y suplicamos al dueño de la mies, que continúe
bendiciéndola con el florecimiento de nuevas y santas vocaciones.
La ceremonia estuvo precedida por Monseñor Gonzalo Restrepo
Restrepo y nuestro Capellán el Padre Wilson Barco Acuña, además han sido 12 las
religiosa que en servicio generoso han animado la provincia del sagrado corazón
de Jesús, alguna de ellas ya gozan de la presencia eterna de Dios, su actual
superiora es la Hna. Constanza Gonzales Espinoza quien hace unos meses visito
nuestro colegio.
Hoy en el colegio tenemos
la presencia de las hermanas de la comunidad y con quienes contamos en
la celebración son:
HNA. Carmen Leonor Caicedo Aux.
HNA. Mery Ocampo Gutiérrez.
HNA. Blanca Inés Montoya Gil, (RECTORA)
HNA. Lidia Amparo Moreno Vargas.
HNA. Enrriqueta Gil Agudelo.
